Llorando está mi tierra,
con tristeza y melancolía,
llora y gime la guitarra,
por la muerte de Paco de Lucia.
Llora el viento que acaricia,
su silueta y su perfil,
clama al día, la noche,
con lágrimas y un sentir.
Llora el cielo estrellado,
y la aurora muy boreal,
qué triste queda la alborada,
la cuerda, el traste y la madruga.
Llorando esta la seguiriya,
viuda se queda la soleà,
los tientos se quedan huérfanos,
y la petenera se queda estasiá
Llorando esta la milonga
y el silencio en silencio está,
cuando el flamenco está de luto
y la guitarra muy desolà.
Llorando está el infinito
el coro, el eco y la flor,
llorando está la cejilla,
y por llorar, llora el mismísimo Dios.
Así me siento llorando por estos versos que nos dejas, un abrazo.
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