Ecos del Santo Reino se crea con la única intención de darme a conocer, solo pretendo poner una pincelada más al patrimonio literario de mi querida tierra Jienense.
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domingo, 20 de enero de 2019

La abuela Dolores



Recuerdo perfectamente a mi abuela Dolores, de niño siempre me gustó mirarle sus manos, me quedaba mirándola, recorría su rostro lleno de arrugas, y su pelo grisáceo, casi blanco...y cuando me sorprendía, me preguntaba
- ¿Qué coño me mira tanto?
Mi respuesta siempre fue la misma: -"Miro tus manos, tu cara, tu pelo y tus arrugas para saber cuántas de ellas son por mi culpa"...y ella sonreía me cogía mis manos y decía que las arrugas son la belleza de la vejez y me pasaba su mano por la cabeza.
De niño pensaba que los abuelos todo lo pueden y no entendemos sus lágrimas. Creemos que no siente cansancio, que no sufre. Esa imagen que guardamos de ellos con el tiempo no coincide con la que vemos cuando pasan los años. Entonces descubrimos que ellos también sufrieron, se cansaron, estuvieron tristes, y apenas tuvieron fuerzas para tanto sacrificio como hicieron, callando y ocultando el dolor.
Mi abuela fue una mujer sacrificada. Tuvo 7 hijos, aunque uno “Agustín” murió siendo niño quedó viuda en 1943, sola, con una buena cantidad de bocas para alimentar. Y Dios quiso que los mantuviera alimentados, sanos y limpios. Su lema era: "Pobres pero limpios". Ella, Lavaba y remendaba la ropa que le regalaban. La pobre nunca supo de cumpleaños ni navidades, y mucho menos de regalos, pero igual, en su conciencia e inocencia fue una abuela feliz.


2 comentarios:

  1. Tuviste suerte de conocer a tu abuela, yo no conocí a las miás.Saludos

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  2. Nuestras abuelas fueron un modelo del que hemos perdido, ellas lo dieron todo.
    Un bonito recuerdo lleno de sensibilidad.
    Un saludo.

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